¿Te has preguntado por qué algunas personas son testigos de milagros y otras, por más que lo intentan, ni por asomo ven uno en su vida? No, no es que tengan un “pase VIP” con el universo. La diferencia no es suerte, es un mecanismo. Y como todo mecanismo, tiene instrucciones de uso que, por lo general, vamos a ignorar por completo.
Resulta que para ser “dignos” de un milagro (palabra que suena a magia, pero que en realidad es pura física energética), debemos alinear tres componentes. Y si uno falla, el sistema colapsa. Es como querer hacer una tortilla sin huevos: solo tendrás un sartén caliente y frustración.
Los 3 Engranajes del Milagro (y por qué los saboteas)
Para fabricar un milagro, necesitas sincronizar con precisión suiza:
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La Mente: Pensar en positivo. Sí, esa frase cliché que todos odiamos. Pero no se trata de repetir “estoy sano, estoy rico” como un robot. Implica visualizar con lujo de detalle el estado deseado. ¿El problema? Que normalmente no tenemos ni idea de lo que estamos visualizando.
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La Emoción: Inyectar la visualización con emociones de alta frecuencia: fe, amor, gratitud. Es el combustible. Sin embargo, es más fácil y cómodo anclarse en la tristeza o el miedo. Requiere menos energía, como ver televisión en lugar de hacer ejercicio.
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El Actuar: Aquí es donde el 99% falla estrepitosamente. Es la pieza clave que valida o destruye todo lo anterior. Tienes que ACTUAR como si el milagro ya hubiera sucedido.
Te recomiendo la siguiente lectura: ¿QUÉ HACER CON EL PODER DE LA MENTE?
El Caso Práctico: El Fiasco del Milagro de Salud
Pongamos el ejemplo de buscar un milagro de salud, porque es donde la incongruencia es más evidente (y casi cómica).
Imagina esta secuencia de auto-sabotaje:
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Noche: Recibes el diagnóstico. Estás solo con tu almohada, piensas en positivo, te visualizas sano, le inyectas fe y amor. Te duermes sintiéndote poderoso. ✅ (Mente y Emoción: Alineadas).
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Mañana: Te levantas, agradeces… pero luego recuerdas que estás enfermo. Un poco de tristeza se filtra. Ya bajó un poco la frecuencia. ⚠️
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La acción que lo arruina TODO: Te levantas a tomarte la medicina. Con ese simple acto, le estás gritando a tu cuerpo y a tu mente: “¡Oye, recuerda que estoy enfermo!”. Tu cuerpo, que es un servidor muy obediente, le dice a tu mente: “Mira, nos están dando esto porque estamos mal”. La emoción se desploma y la energía se va en favor de la enfermedad.
Y así, en un ciclo sin fin: Piensas positivo → Sientes fe → Actúas como un enfermo → El resultado físico te decepciona → Vuelves a pensar positivo… Y el milagro se convierte en un espejismo.
Es mucho más fácil crear enfermedad, porque es un camino cuesta abajo. Crear salud requiere un esfuerzo consciente y, sobre todo, coherencia.
La coherencia entre lo que piensas, sientes y haces es el interruptor que enciende los milagros. ¿Lo tienes activado?. Leonardo Puentes
La Guía Incómoda (y Sarcástica) para tu Milagro de Salud
Si de verdad quieres ese milagro, prepárate para hacer lo que casi nadie hace. Esto chocará con la cultura, la familia y hasta con el farmacéutico de la esquina.
1. Conoce Tu Mecanismo
No puedes enviar energía de sanación a tu hígado si crees que está donde duele la apendicitis. Aprende anatomía básica. ¿Suena aburrido? Pues es menos aburrido que estar enfermo. Visualiza el órgano específico, sano y funcionando perfectamente.
2. El Secreto Mejor Guardado: ¡CALLATE!
Esto es lo primero que se nos olvida decir. No debes contárselo a NADIE. Absolutamente a nadie. Tu “milagro en proceso” es un proyecto secreto. Contarlo te expone a opiniones, dudas y vibraciones bajas que lo echarán todo a perder. Es un trabajo individual, personal y privado.
3. El Actuar Radical (La Parte Delicada)
Debes actuar como si estuvieras sano. Y esto, en el contexto de la enfermedad, significa algo muy polémico.
Aclaración importante: No se trata de tirar las medicinas por el inodoro como un rebelde sin causa. Se trata de un PROCESO DE SUSTITUCIÓN. No dejas la medicina química para no hacer nada; la dejas para cambiar radicalmente tu comportamiento:
- 🌾 Adoptar una alimentación que realmente nutra.
- 🧘 Aplicar ayunos.
- ☀️ Recibir luz solar.
- 🦶 Caminar descalzo sobre la tierra (conexión a tierra).
Es dejar la química para conectar con tu epigenética natural. Tu cuerpo es inteligente, dale las herramientas correctas para que se sane a sí mismo.
4. Despide el Fanatismo
Esto no es de seguir a un gurú. Puedes hablarle a Dios, al Universo, a tu santo o a tu planta. El canal es lo de menos. Lo que importa es la alineación constante de tu mente, tu emoción y tu actuar.
Conclusión (Directa y al Grano)
Si después de leer esto sientes un desánimo o una resistencia feroz, es normal. Estás chocando con las creencias que te han implantado sin cuestionar.
La verdad es incómoda: los milagros no son un regalo divino aleatorio. Son el resultado de una fórmula precisa. La incongruencia entre lo que piensas, lo que sientes y lo que haces es el muro que impide que lleguen.
Si este mensaje resuena en ti (aunque te moleste), es porque en el fondo sabes que es la verdad. Elige la coherencia incómoda sobre la enfermedad cómoda. El milagro, al final, es solo física aplicada.
Tu cuerpo no es un enemigo que hay que medicar, es un aliado que hay que entender. ¿Le estás prestando atención? Leonardo Puentes
¿Te atreves a intentarlo de verdad? Cuéntame en los comentarios (con discreción, ¿eh?) tus mayores obstáculos para mantener esta alineación.
